dijous, 27 d’agost del 2009

Buen viaje, Hilde

Ayer me enteré del fallecimiento a principios de mes de Hilde Menzel (1919-2009), ingresada desde hacía tiempo en una residencia, y de quien había tenido noticias en Junio por un amigo común (Pablo Villarrubia), que en modo alguno presagiaban este desenlace como algo próximo.
Era Hilde en sus últimos años una venerable anciana de blancos cabellos, alemana que prácticamente había vivido en España casi toda su vida, y que cuando se jubiló hace más de 25 años fijó definitivamente su residencia en Madrid. Aquí fue donde vivió la aventura de los pioneros de la ufología madrileña, y según la cronología también española, al menos como cofundadora junto con Fernando Sesma, Ginés Abellán, Joaquín Martínez y otras personas de la primera sociedad que se constituyó para el estudio y divulgación de los platillos volantes, el ya mítico "BURU" o Sociedad de Amigos de los Visitantes del Espacio, creada en Diciembre de 1954 y legalizada en Enero de 1956. Según un listado de socios elaborado hacia Abril de 1956, Hilde Menzel tenía el carnet nº 3, tras Sesma y el citado Ginés Abellán. Otros investigadores no madrileños que constan en dicho listado, y con el paso de los años lograron bastante notoriedad en nuestro "mundillo", fueron José Mª Casas Huguet y Óscar Rey Brea.
Hilde vivió en vivio y en directo las primeras peripecias de Fernando Sesma y sus "contactos", aparte de su labor administrativa como secretaria del BURU. Destaca, claro está, la historia de Alberto Sanmartín y su famoso pedrusco. Cuando algunos empezamos a reconstruir y revisar toda aquella aventura que se puso en marcha hace 55 años, Hilde Menzel fue una de las primeras personas a quienes acudimos en busca de información, allá por 1988, mostrando cordialidad y una enorme paciencia con aquellos jovenzuelos... En mi caso hubo cierta continuidad con nuevas entrevistas más extensas a mediados de los '90, y ya por última vez hace tres años, a raíz de un Cuarto Milenio donde se trató el caso de Sanmartín con entrevistas, entre otros, a Hilde y un servidor.
Cuando se marchó a trabajar a Alemania (antigua RFA), hacia 1960, nunca dejó de estar en contacto con sus correligionarios de Madrid, ya que incluso los veranos pasaba sus vacaciones en España y seguía acudiendo a las tertulias de la Ballena Alegre. También se integró, como no podía ser de otra manera, con el principal grupo ufológico alemán, la DUIST, fundado por el matrimonio Veit en la década de los '50. Este grupo se caracterizó por la organización de congresos ufológicos internacionales de los que se hablaba mucho por aquellos años, y la presencia de Hilde Menzel hasta bien entrados los años '70 era habitual. Igualmente su colaboración con el boletín que editaba la DUIST, el UFO-Nachrichten que aún existe, y donde en fecha tan reciente como 2004 (Nr. 374, de Nov./Dezember) se publicó un artículo suyo donde evocaba a Fernando Sesma y los "Amigos de los Visitantes del Espacio".
Una pequeña muestra de aquella frenética actividad ufológica desplegada por Hilde la encontramos en su participación, junto con Antonio Ribera, Gordon Creighton, Alain Esterlé, Faustino Cordón y otros, en un programa de RNE emitido el 28 de abril de 1979, se llamaba "Debate Europa" y en aquella ocasión se dedicó a los OVNIs. Gracias a la excelente labor del compañero Ramón Álvarez, dicho programa está disponiible en www.misteriosenlasondas.com, dentro de la sección dedicada a la fonoteca de Antonio Ribera.
Y que nadie se lleve a engaño: la actitud de Hilde Menzel ante el fenómeno OVNI hace 30 años era poco más o menos la misma que cuando la tratamos en los años '80 y '90, y también la que sostenía en sus últimos años. De creencia férrea en su origen extraterrestre, y de fé casi ciega en determinados "contactos", lo cual no le impedía mantener una crítica incluso militante con otros movimientos contactistas, como el asunto Ummo o el contactado suizo Billy Meier, de quien aseguraba haber visto fotos de las maquetas que utilizaba para "fotografiar las naves".

Gracias por todo Hilde, hasta siempre.


José Juan Montejo, 24 de agosto de 2009